Ciclo de Conciertos «MANUEL DE FALLA» – Música de Cámara

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“Desde Bonn hasta los estudios con Haydn en Viena” (II)

Concierto en colaboración con el curso monográfico:
Ludwig van Beethoven: Lo Bello y lo Sublime

Impartido por el profesor Gabriel Menéndez Torrellas

En líneas generales, el trío de cuerda se ha cultivado con bastante menos profusión que otras formaciones camerísticas como el cuarteto de cuerda o el trío con piano. Compositores como Luigi Boccherini o Gaetano Brunetti, entre otros, fueron muy prolíficos en la composición de obras para esta formación, la cual se puso de moda en el último tercio del siglo XVIII, tanto en la combinación para dos violines como en la que incluía la viola. Esta música llenó los salones de la aristocracia y de la burguesía que se había alzado con el poder a finales de la centuria, por lo que los editores de toda Europa apoyaron la impresión de este tipo de repertorio para las veladas privadas. 

Antes de abordar el cuarteto de cuerda, entre los años 1797 y 1798, Beethoven publicó una serie tríos para violín viola y violonchelo, algunos de ellos manteniendo el espíritu del divertimento del siglo XVIII, o como Serenata. Los tres tríos op. 9, los más serios de todos, a diferencia de los escritos anteriormente constan de cuatro movimientos cada uno, y fueron dedicados por el compositor de Bonn al Conde Johann Georg von Brown, su mecenas, en cuya dedicatoria los definió como «la mejor de mis obras». La falta de un segundo violín hace que no sea la formación clásica del cuarteto de cuerda, aunque su planteamiento formal sigue los mismos patrones con la introducción en los primeros movimientos de la forma sonata. El último, de gran intensidad, repite la tonalidad de do menor al igual que hiciera en el último de los tríos con piano op. 1. Tonalidad que irá ligada en buena parte de la obra beethoveniana al dramatismo. 

En este concierto el grupo historicista Exordium Musicae será quien interprete estos tres tríos op. 9 -de los que Beethoven se sentía muy orgulloso- para mostrar al público actual, el tipo de música que se podía escuchar en los salones del entorno vienés de finales de siglo, en una combinación distinta al cuarteto de cuerda.

INTÉRPRETES

David Santacecilia (violín), Marta Mayoral (viola) y Manuel de Moya (violonchelo)

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TODOS LOS CONCIERTOS DEL CICLO…

BREVE HISTORIA DEL CICLO DE CONCIERTOS «MANUEL DE FALLA»

En el año 2015 se cumplió el centenario del estreno de El Amor Brujo, de Manuel de Falla, posiblemente la obra de toda la historia de la música en la que mejor se entrecruzan la música clásica y el flamenco. Éste tuvo lugar en el Teatro Lara de Madrid, con Pastora Imperio y un pequeño conjunto de 14 músicos. Se tituló: El Amor Brujo –Gitanería en 1 Acto y 2 Cuadros-. Con el tiempo evolucionó en lo que hoy conocemos: un ballet con orquesta sinfónica. Pero la verdadera première se produjo con una orquesta de cámara y una cantaora-bailaora; el 15 de abril de 1915.

Con motivo de dicha efeméride se comenzó a organizar un ciclo de conciertos en la Casa de Granada en Madrid, bajo el nombre de Manuel de Falla, en el que se alternan recitales de música de cámara y flamenco. Posteriormente, el Ciclo se llevó al Ateneo de Madrid debido a la relación que tuvo el compositor gaditano con esta institución a principios del s. XX. Fue aquí, en el Ateneo de Madrid, donde, en 1915 también, se estrenó una de sus obras para voz y piano más emblemáticas -con el mismo compositor al piano-: Siete Canciones Populares Españolas. El Ciclo viaja también regularmente a la Sala Cero Teatro de Sevilla, ciudad en la que, en 1923, Manuel de Falla fundó la Orquesta Bética de Cámara y con la que estrenó, en versión de concierto, una de sus incuestionables obras maestras: El Retablo de Maese Pedro